domingo, septiembre 27, 2009

El efecto Dónde está Elisa?


"¡Señor fiscal, yo pago los impuestos para que usted haga las cosas como yo digo!", le dijo la madre de la menor violada en La Reina, a uno de los fiscales a cargo de resolver el caso. Un funcionario de la fiscalía que pasó por fuera de la oficina del investigador quedó estupefacto. Otro, que escuchó de oídas el diálogo dijo: "Este es el primer efecto 'Dónde Está Elisa?'". Y es que la escena no dista mucho de lo mostrado en los primeros capítulos de la exitosa serie nacional. Una familia en busca de su hija secuestrada, presionando a fiscales y policías para obtener inmediatos resultados. Presiones que devienen en conflictos y fuertes entreveros verbales motivadas por los nerviosos familiares que, desde el estómago apretado intentan sugerir cursos de acción, diligencias, datos, pistas, que a la postre se transforman en exigencias. El dolor de un acto tan gravoso como una violación, un secuestro, o un asesinato, podría justificar plenamente esta reacción. Y los fiscales y policías, probablemente, también se pusieron nerviosos. Y es que están acostumbrados a familias que esperan con paciencia el actuar de los organismos judiciales, o que guardan su molestia o su rabia, en silencio. La muerden, la esconden. La archivan en algún cajón. Tal como ocurre a veces con su causa, que es archivada "hasta que surjan nuevos antecedentes". En la experiencia del nuevo sistema penal, pocas familias han participado con semejante vehemencia en la resolución de un caso. Tanto que, sin informarle a la fiscalía decide practicar diligencias con la policía civil, la misma que había sido desplazada de la indagatoria. Y fue ésta misma policía la que identificó al agresor de su hija, y a la postre lo detuvo. En la otra policía, en la de confianza de los fiscales, dicen que ellos también podían detenerlo. Pero faltaban pruebas. "Pruebas para condenar, no para detener", dijo alguien en el órgano persecutor. Es verdad. Pero hay otra que sigue dando vueltas: el efecto "Dónde está Elisa?" existe, sino, pregúntele a otras víctimas que nunca reclamaron y sus causas siguen siendo "investigadas" a la espera de "nuevos antecedentes", que nunca surgen.

jueves, septiembre 17, 2009

Entiendo que ME-O quiera ser italiano

Tenía tres entradas para el partido del año en Temuco. El club local versus Colo-Colo. Yo como buen hincha albo compré los tickets con anticipación para llegar al Germán Becker. Los tiempos no están de los mejores entonces la opción fue galería. Hasta ahí todo bien. Pero la cosa se puso mejor cuando un amigo me llamó para ofrecerme tribuna. "Espectacular", pensé. Buenos lugares y tranquilos.
Llegamos temprano junto a mi pequeño y a un sobrino. Buenas ubicaciones y cerca de la cancha.
El estadio es muy bueno para ver fútbol. Un diseño moderno. En definitiva, lo que llamaríamos una joyita. El drama comenzó cuando tomé la mala decisión de ponerme más cerca de la famosa Garra Blanca, la "barra brava" de Colo Colo. Al principio unos muchachotes comenzaron a transitar sin respetar las no muy resistentes butacas de plástico y menos a la gente. Fumaban y el olor a copete era claro.
Las cosas se pondrían peor cuando ya no eran algunos, sino que muchos los garreros que decidieron hacer crecer a la masa de hinchas. Se tomaron el sector, instalaron sus carteles y comenzó el show. Los tipos son terribles. Flaites hasta los huesos. A guata pelada con cuatro grados de temperatura. Tirando escupitajos a diestra y siniestra, arrancando de cualquier uniforme verde que se viera a 500 metros a la redonda. Todos parados con lienzos que las personas aque no eran de la hinchada también tenían que sostener. Si no lo hacían, recibían unas buenas puteadas por ser anticolocolinos. Todas las salidas y los accesos del sector tapadas y nadie (digo carabineros) hizo nada por cambiar la situación.
En fin, lo que sería una tranquila ida a un estadio de nivel mundial se transformó en una peligrosa aventura, sobre todo con niños.
Es complejo cuando una manga de imbéciles tienen secuestrado lo que, en definitiva, es el deporte más lindo del mundo. Después de la experiencia de ayer, entiendo en parte por qué Marco Enríquez-Ominami (ME-O) quiere ser italiano y no chileno. Luego de ir al estadio yo preferiría ser de cualquier país en donde uno reciba el servicio por el que pagó y no una aventura extrema donde realmente no se sabe si saldrás tal como entrastes.
* En las fotos se puede apreciar el entorno que tenía y la vista de (parte de) la cancha. Todo mal.

martes, septiembre 08, 2009

Último adiós - (100 palabras)



Siempre me dijiste que era un cobarde, el más grande todos. Nunca creíste que me atrevería. Te lo dije en serio, sin ti nada tiene sentido. Te amo como una enfermedad, pero por fin encontré la cura. Tarde me di cuenta que mi alma no bastaba para ti. Mírame a los ojos, ahora, mírame y dime si alguien te amará más que yo. Es patético arrastrarse. Es demasiado triste seguir por un camino que no tiene retorno, pero te amo. Es la última vez que te digo adiós y quería hacerlo en directo, escuchando mi voz, mirándote a los ojos.

Terra (Valparaíso, septiembre 05 de 2009). Un joven de 26 años se suicidó en San Felipe y transmitió las imágenes de su muerte en vivo y “on line” a su ex pareja a través de una cámara web de su computador. El hombre identificado como Simón Venegas Valdebenito, se ahorcó al interior de su domicilio, emplazado en la Villa La Doñita de dicha comuna. Su ex pareja dio aviso de este hecho a familiares y amigos, sin embargo, el joven no alcanzó a ser socorrido y fue encontrado muerto en su casa.