Ahora sí que fue apocalíptica

Las visiones y las historias de los Mayas rebotadas con tanto éxito en el The History Channel. Esas que hablaban de una isla en el fin del mundo desde la cual se podía ver el fin del mundo. La famosa, desolada y deshabitada (para los productores gringos) "Isla apocalíptica" queda en Chile y sí, por esta semana al menos fue apocalíptica.

21 personas fallecieron (bueno quizás no, cuando escribo esto hay una vidente en Twitter que avisa que Camiroaga está vivo y agonizante en la playa) y dejaron todos los cuasi eternos conflictos chilenos en segundo plano. La revolución estudiantil, la salida del general o la permanente desidia transantiaguina parecieran no existir. Se cae un avión y todo se pasó, nada existe. La muerte que visitó a un niño en Macul ya se fue y el carabinero procesado esperará por años a que la Justicia Militar se digne a tomar una resolución, cualquiera sea que ella fuere.

Aunque cuando el impacto del accidente pase, digamos en dos o tres semanas más, es probable que la vida siga y los conflictos y revoluciones aparezcan de nuevo.

Quizás lo que pasó sólo sea un preludio del 21 de diciembre de 2012. O sea el fin del mundo. La única diferencia con los Mayas podría ser que en vez de mirar hacia el horizonte, haya que girar y mirar al continente. En Santiago puede estar la clave del fin del mundo o el comienzo del fin... sólo hay que sacar una nueva entrada para un palco en la "Isla Apocalíptica" que mire hacia el este.