viernes, diciembre 11, 2009

Maldición de la UC

A continuación una carta aparecida en El Mercurio luego de la final entre Colo Colo y la UC. La encontré notable y retrata de cuerpo entero al equipito cruzado...


Señor Director:
Tercer gol de Colo Colo y todo se acaba, y mirando al cielo me cuestiono, con el sonido de la hinchada de fondo, ¿por qué?, ¿cuál es la diferencia?, ¿qué hace que ellos ganen cuando deben y nosotros sólo cuando no es realmente tan importante?
Bueno, es que los playoffs son el problema, pero otro momento de reflexión me llevó a pensar en el último campeonato de Pellegrini entrenando a la UC y en el segundo puesto que conseguimos con el “Chemo” del Solar en 2007, después de que el club de David Arellano logró vencer por la cuenta mínima a Palestino. Y es que Miralles corre cuando hay que correr, y Meléndez quita cuando realmente hay algo en juego (aunque no jugó la última final, su importancia es incalculable en el repunte colocolino), y es que Toro, y Rey, y Paredes, y Millar o Cereceda cumplen en el momento de las finales, y pareciera que no les influye el hecho de jugarse una corona.
Caso contrario el de Gutiérrez, Valenzuela, Díaz, Mirosevic o incluso el mismo Figueroa, que parecieran sucumbir ante la posibilidad de sumar una estrella nueva a nuestra insignia, y que ni siquiera un estadio vestido de gala con blanco y azul, como nunca antes ante Colo Colo, pudo calentar sus pechos fríos.
Y es que no podemos echarle la culpa al fútbol, ni al arbitraje, ni a la mala suerte, porque la quinta pata del gato no existe, y el único culpable aquí es el club y todo lo que esto conlleva. Y otra pregunta se me vino a la mente después de ese análisis. ¿Tendrá algo la polera, o seremos nosotros los hinchas los que no exigimos a los jugadores, que después de un par de partidos buenos se ganan nuestra incondicionalidad?, la verdad, no lo sé.No puedo dejar de mencionar a Ormeño, Martínez, González, “Jey Jey” Morales (a mi gusto el mejor de la cancha), Henríquez (sí, Henríquez, el colocolino), que dejaron el alma, pero no fueron capaces de derrotar a Colo Colo y a sus mismos compañeros faltos de convicción.
Terminado mi análisis vuelvo de lleno al partido, pregunto cuánto queda y continúo hinchando, pero no alcanzo a soñar con un triunfo histórico cuando el paraguayo Bogado pone el 4-2. Solo queda pagar las apuestas, y aceptar que no hay opción de salvarse de todo lo que conlleva salir segundo (amigos cruzados, ustedes me entienden).Cruzados, no se preocupen, las penas de fútbol se pasan con más fútbol, y es que a veces se ganan los partidos importantes, o por lo menos eso me han contado.

José Pablo Margotta