No nos debemos nada...
Hay una persona a quien quiero. Tiene 82 años y está enfermo. Se llama Alberto Vergara y es mi padre. Siento que está viviendo los últimos días de su vida. Está en su casa de Pucón, enfermo. Pero la enfermedad no es terrible. Es casi natural por su edad. Está en una cama caliente, rodeado de nietos que lo cuidan. Está con su mujer después de un matrimonio que apunta a los 57 años. Le he dicho que lo amo muchas veces. Él también me lo ha dicho y, a su modo, me ha hecho sentir que está orgulloso de mí. Creo que nos hemos cumplido en todo. Estoy agradecido de él. No le tengo rabia ni rencor por nada. Al contrario, lo admiro y estoy agradecido de él. El día que muera, seguramente, voy a llorar. Pero en el fondo voy a estar tranquilo. Sé ha donde irá y espero encontrarme con él en algún momento y ahí, si es que se puede, poder conversar y entre los dos agradecer a Jesús por la posibilidad de ser su hijo y espero que él también agradezca por ser mi padre... En fin, siento que no nos debemos nada. Gracias viejo... has sido un buen padre.