jueves, agosto 20, 2009

En una película real... de blues

Era la ciudad de siempre (en las utopías de adolescente). La cuna del movimiento musical más fuerte de la década de los '90. Y ahí estaba yo. En Seattle, El mismo lugar donde un muchacho desgreñado y depresivo se hizo famoso, millonario y suicida gracias a una guitarra desgarradora (se llamaba Kurt).
La historia es pequeña (como casi todas las de este blog). Y quizás no tenga otro significado que el estar sentado en un bar, solo con una cerveza, rodeado de negros y... escuchando blues.
Para alguien que creció con el cine como referente era simplemente como estar en una película, pero tan real que costaba creerlo.
Quizás afuera el mundo se está matando, Hugo Chavez quiera conquistar sudamérica, Colombia miliarizarla, Argentina "robársela" y Brasil "bailarla", pero por unos minutos nada importó: ni éxitos, ni fracasos, ni el trabajo, ni nada. Sólo escuchar una negra voz desgarradora entonar las notas tristes de un buen blues. Una película demasiado real para creerla.