miércoles, enero 09, 2008

Yo y el volcán

La araucanía sangra y los araucanos también. Estuve por unos días cerca del volcán Llaima y su turística erupción. Subí y volé la montaña y ahí estaba. Tranquila repirando fuego y cenizas.
A pocos kilómetros otra erupción ocurría. Una bala le quitaba la vida a un estudiante universitario que quemaba fardos de pasto en una tierra que considera como propia, aunque la ley lo niega. También estuve cera de él. La verdad es que algo pasa. La araucanía, mi tierra, está sangrando y la gente de de la tierra también.