viernes, septiembre 16, 2005

¡Traigan a la Cloty plist!

Estos días en Villarrica han sido relajados. Bueno, no tanto. Estar con la familia, dormir hasta tarde y ver a algunos amigos y conversar de ciertas cosas. También han servido para exponerme a los gloriosos medios locales y saber, por ejemplo, que el Correo del Lago casi se murió la semana pasada por un problema que, editorial tras editorial, no han querido dar a conocer. Al final la "ira del Correo" se dejará caer con todo sobre esos "estafadores malditos" que casi lo cierran. Por mientras, sólo queda leer editoriales en clave que nadie entiende. Pero bueno, es la cultura del medio, qué se le va a hacer.
Otra cosa que me llamó la atención fue no encontrarme con Doña Cloty después de las noticias de la Parque. Realmente se echa de menos a la vieja copuchenta de la Cloty, siempre acertiva y sin pelos en la lengua.
El reemplazo, algo insípido, definitivamente no tiene la misma suspicacia histriónica ni nada que se le parezca al exitoso personaje ideado en la emisora.
Qué habrá pasado con la señora. Por qué se habrá ido de la radio. ¿Acaso tomó vacaciones? ¿Acaso se atravesó con el jefe? O simplemente tomó el camino de la política (bastante le gustaba) y se marchó a la campaña de la "Gordi".
Por el momento queda escuchar a la Maruja y aburrirse por tres minutos antes de que venga Carlos Oses y el deporte. Aunque tamién se puede hacer otra cosa como ver las repeticiones de la entrevista de la Kenita en Rojo Vip.
También conversé un poco con Allan Carrasco y, aunque algunos no les guste, seguimos tan amigos como antes. La crítica bien intencionada se entiende. ¿O no?